Abstract Introduction: An acute stroke is a medical emergency that requires immediate attention to improve the patient's prognosis. We need to adequately identify the clinical manifestations, reduce care and management times, and lessen the associated disabilities. Materials and methods: An observational, retrospective study using data from a hospital in Colombia from the RES-Q registry and the Angels initiative for the years 2021 and 2022. Results: We registered 287 cases, with an average age of 67.85 years. The gender distribution was 51,92 % male and 48,08 % female. The predominant risk factors. The prevalence of arterial hypertension is 58,88 %, followed by diabetes at 57,49 %, hyperlipidemia at 5,22 %, and smoking at 3,48 %. Of these, 83.48 % have an ischemic origin, while 16.52% are hemorrhagic. The average time from the onset of symptoms to arrival at the service is 304.95 minutes, while the time from door-to-image is 53.02 minutes, and the time from door-to-needle is 66.50 minutes. We performed thrombolysis on 20.70 % of the ischemic events. We admitted 69.30 % of ischemic patients outside the window period, and 10 % did not meet the other criteria. 8.25 % of patients died. Discussion: Advances in the treatment of stroke, where time is of the essence, continue to be in force, as time continues to be a determining variable in the outcome. Recent analyses have determined that door-to-needle time should be less than 30 minutes. The NIHSS scale helps to guide the diagnosis and decide on management. Conclusions: It's clear that the care times fall short of the objectives; however, the goal is to enhance the actions and modify the process to shorten the duration of care, tailor the management according to the type of stroke, and avert future disabilities and sequelae that lower patients' quality of life.
Resumen Introducción: El ataque cerebrovascular (ACV) o ictus es una emergencia médica que requiere de una atención inmediata para mejorar el pronóstico del paciente. Además, necesita una adecuada identificación de las manifestaciones clínicas y disminución de los tiempos de atención y manejo para reducir las discapacidades que trae consigo. Material y métodos: Estudio observacional, y retrospectivo que usó los datos de un hospital de Colombia, del registro RES-Q y también los de la iniciativa Angels de los años 2021 y 2022. Resultados: Se registraron 287 casos, el promedio de edad fue de 67,85 años, el 51,92 % eran hombres y el 48,08 % mujeres; los factores de riesgo predominantes fueron: hipertensión arterial en un 58,88 %, diabetes en un 57,49 %, hiperlipidemia en un 5,22 % y tabaquismo en el 3,48 % de los casos; el 83,48 % eran de origen isquémico y el 16,52 % hemorrágico; las medias del tiempo fueron: inicio de síntomas y llegada al servicio 304,95 minutos, tiempo puerta-imagen 53,02 minutos y tiempo puerta-aguja 66,50 minutos. Al 20,70 % de los eventos isquémicos les realizaron trombólisis; un 69,30 % de los isquémicos ingresaron fuera del periodo de ventana y un 10 % no cumplieron con los otros criterios. Finalmente, el 8,25 % de los pacientes fallecieron. Discusión: Los avances en el tratamiento del ACV, donde el tiempo es cerebro, continúan vigentes, pues el tiempo sigue siendo una variable determinante en el resultado. En los análisis recientes, se ha determinado que el tiempo puerta-aguja debe ser inferior a 30 minutos. La escala de NIHSS ayuda a direccionar el diagnóstico y a decidir el manejo. Conclusiones: Se evidencia que los tiempos de atención están por fuera de las metas, sin embargo, se apunta a mejorar las acciones y ajustar el proceso para disminuir el tiempo en el cual se realiza la atención y el manejo indicado, según el tipo de ACV y así prevenir discapacidades futuras y secuelas que disminuyan la calidad de vida de los pacientes.