The aim of this article, part from a study financed by the University of Buenos Aires (UBACyT), is to know the inequalities in the perception of morbidity and health care in the population from Metropolitan Area of Buenos Aires and to relate them to demographic, social, cultural and economic dimensions in the adult population (25 years old and more) by using secondary data of the Survey of Use and Cost in Services of Health of the Ministry of Health (2003). The most important questions analyzed concerns to the passed time of the last consultation, the reasons for consultation, the suffering of chronic diseases and the self-perception of health state. A trivaried analysis by sex considering age, educational level, health insurance and family income was used. The results show that structurally the inequality refers the existing differences in the access to the resources in relation to the people life conditions. Age and sex, besides mark biological differences in the determination of health problems constitute social, cultural, political and economic mediators in the differentiated experiences between individuals from a same social context.
El objetivo de este trabajo, que forma parte de una investigación financiada por la Universidad de Buenos Aires (UBACyT), es conocer las desigualdades en la percepción de la morbilidad y el cuidado de la salud de la población del Área Metropolitana de Buenos Aires y relacionarlas con dimensiones demográficas, socioculturales y económicas, teniendo como universo de estudio la población adulta de 25 años o más. Se utilizaron datos secundarios de la Encuesta de Utilización y Gasto en Servicios de Salud del Ministerio de Salud (2003). Se analizaron aspectos referidos al tiempo transcurrido desde la última consulta, motivo de consulta, padecimiento de enfermedades crónicas y autopercepción del estado de salud, realizándose un análisis trivariado por sexo considerando la edad, el nivel educativo, la cobertura de salud y el nivel de ingreso del hogar. Los resultados obtenidos permiten sostener que estructuralmente la desigualdad refiere las diferencias existentes en el acceso a los recursos en relación con las condiciones de vida de las personas. Asimismo, la edad y el sexo, además de marcar diferencias biológicas en la determinación de los problemas de salud, constituyen mediadores sociales, culturales, políticos y económicos en las experiencias diferenciadas entre individuos pertenecientes a un mismo contexto social.