Aim. To characterized curricular components apply for nephrology medical training in Latin-America. Subjects and methods. Descriptive study including nine countries. It was request to current Nephrology Training Programs. We analized different curricular variables, taking as epistemological hallmark the competence-based medical education and dimensions from Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) from USA as reference. Results. Programs from nine countries (Argentina, Bolivia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Mexico, Peru and Uruguay) look to improve the specialist profile and cover sanitary demands. The positions suit the centers capacity and applicants are selected in open competition. The programs include internal medicine training causing disparity in duty hours. Some of them don't explicit graduate profile. The predominant model is 'postgraduate course with residency' with heterogeneous structures and organization. Contents are pertinent and there is equivalence within competences to develop that generally match with ACGME except for 'interpersonal and communication skills' and 'system-based practice' with less impact. All programs destiny 75% of duty hours for clinical practice-based learning with progressive responsibilities under guidance and supervision including academic activities. Evaluations are integrated to the program with adequate tools for competence assessment. Conclusions. Postgraduate level and duration should be unified, defining clearly competences of program's graduate and establishing primary health care activities into the curriculum.
Objetivo. Caracterizar los componentes curriculares aplicados para la formación de médicos nefrólogos en Latinoamérica. Sujetos y métodos. Estudio descriptivo que incluye nueve países latinoamericanos. Se solicitó a cada uno los programas vigentes de especialización en nefrología. Se analizaron diferentes variables curriculares y se adoptó, como marco epistemológico, el modelo de educación médica basada en competencias, y como referencia, las dimensiones del Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) de Estados Unidos. Resultados. Los programas de los nueve países (Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú y Uruguay) buscan mejorar el perfil del especialista y cubrir demandas sanitarias. Las plazas se adecuan a la capacidad de los centros y los aspirantes se seleccionan por concursos abiertos. Todos contemplan formación de internista como condición de ingreso o dentro del programa, que causa disparidad en cargas horarias. Algunos no explicitan perfil del graduado. El modelo dominante es 'posgrado con residencia', con estructuras y organización heterogéneas. Los contenidos son pertinentes y existe equivalencia en las competencias que se deben desarrollar, que mayoritariamente coinciden con las del ACGME, salvo 'habilidades interpersonales y comunicación' y 'práctica basada en sistemas de salud', que tienen menor peso. Todos destinan el 75% de la carga horaria para tareas de 'formación en servicio con responsabilidades crecientes bajo supervisión' e incluyen actividades académicas. Las evaluaciones están integradas en el programa con herramientas adecuadas para evaluar competencias. Conclusiones. Se debería unificar el nivel de posgrado y duración, definir claramente las competencias del 'producto que se va a formar', incluir más 'habilidades interpersonales' y 'práctica en sistemas de salud', y establecer actividades de atención primaria de la salud.