Children should be treated with drugs that have been appropriately evaluated for their use, even though, the prescription of drugs may cause adverse effects. In order to characterize the adverse reactions by drugs and natural medicine techniques in children under 15, the notifications received and processed by the National Coordinating Pharmacovigilance Unit in 2004, were analyzed. There were 932 reports, and only 11 notifications in newborn infants (1.2 %). The greatest number came from the primary health care level (79.8 %), and from physicians (74.2 %). The group J (systemic antibiotics) was the most reported (65.2 %); the skin was the most affected body system. According to Rawlins and Thompson's classification it was observed a predominance of type B reactions with 80.2 %; probable, 82.8 %; moderate and mild, 97.2 %; severe, 2.6 %; mortal, 0.2 %; and rare, 24.7 %. Following the adverse reactions in children allow to detect preventable risks in this population
Los niños deben ser tratados con fármacos que hayan sido apropiadamente evaluados para su uso, aun así, la prescripción de medicamentos puede provocar efectos adversos. Con el objetivo de caracterizar las reacciones adversas por medicamentos y técnicas de medicina natural en menores de 15 años de edad, se analizaron las notificaciones recibidas y procesadas por la Unidad Coordinadora Nacional de Farmacovigilancia en el 2004. Hubo 932 reportes, en recién nacidos solo 11 notificaciones (1,2 %). La mayor cantidad lo aportó la atención primaria de salud (79,8 %), y los médicos con 74,2 %. Fue el grupo J (antibióticos sistémicos) el más reportado (65,2 %); la piel el órgano más afectado; predominaron según la clasificación de Rawlins y Thompson las tipo B con 80,2 %; probables el 82,8 %; moderadas y leves el 97,2 %; graves 2,6 %; mortales 0,2 % y raras el 24,7 %. Seguir las reacciones adversas a medicamentos en los niños permite detectar riesgos evitables en esta población