OBJECTIVES: To identify, compare, and analyze the social networks of two groups of poor, older adults in two types of public housing projects in Chile, in terms of the types of relationships and the frequency and purpose of their interactions, before and after moving to their new homes. METHODS: A descriptive study was conducted of public housing beneficiaries in apartment buildings versus condominiums. The study pool was the group of people assigned to housing in buildings (n = 152) and condominiums (n = 124) from 1998 to 2001. A questionnaire was administered in their homes. RESULTS: Most study participants indicated that the move to public housing meant leaving their old neighborhood for a new one, a change that, among other consequences, produced changes in their social networks. In general, both groups have similar social networks, with their children being the strongest source of support, both before and after the move. After the move, social interaction generally decreased, except among the adults living in apartment buildings, for whom it increased slightly with family members, and in a superficial manner, with others who had weak connections and were neither friends nor family. Interactions with establishments also decreased, although interactions with senior services increased for the condo residents from 28% to 65% and for apartment residents from 31% to 45%. CONCLUSIONS: It is recommended that similar programs strive to preserve and strengthen the social networks in place prior to moving and encourage the formation of relationships in the new residences.
OBJETIVOS: Identificar, comparar y analizar las redes sociales de dos grupos de adultos mayores pobres, beneficiarios de dos tipos de viviendas sociales, en términos de tipos de nodos, frecuencia y motivo del vínculo, antes y después del traslado a sus nuevos domicilios. MÉTODO: Se realizó un estudio descriptivo de beneficiarios de viviendas en edificio, o bien de viviendas en condominios. El universo en estudio fue el colectivo de personas asignatarias a viviendas en edificio (n = 152) y a viviendas en condominio (n = 124), entre 1998 y 2001, a las cuales se les aplicó una encuesta en su domicilio. RESULTADOS: La mayoría de los participantes en el estudio informaron que la asignación de la vivienda implicó para ellos mudarse a barrios distantes de su antiguo domicilio, lo que provocó, entre otras consecuencias, un cambio en sus redes sociales. Ambos grupos tienen, en general, redes sociales similares, constituyendo los hijos el principal nodo de apoyo, antes y después del cambio de domicilio. Después del traslado se redujeron los vínculos en general, excepto en el caso de los adultos de vivienda en edificio, quienes incrementaron levemente sus vínculos con los hijos y en forma destacada con personas con quienes tienen vínculos débiles y que no son propiamente familiares ni amigos. Los vínculos con las instituciones también disminuyeron, aunque en el caso de las instituciones de adultos mayores aumentaron, para los residentes en condominios de 28% a 65%, y para los asignatarios de edificios, de 31% a 45%. CONCLUSIONES: Se sugiere que en los programas semejantes al estudiado se tome en cuenta la importancia que revisten la conservación y el fortalecimiento de las redes sociales creadas antes del traslado, y que se fomente la generación de vínculos en el nuevo sitio de residencia.