Background: There are few data in Argentina on the prevalence and management of bone and mineral metabolism (BMM) in patients with chronic kidney disease (CKD). Objectives and methods: A survey was carried out in dialysis units in 2010 to measure the prevalence of and types of treatments for BMM disorders in Argentina. The data obtained was then compared to the published results from other large population studies. We recorded characteristics of dialysis centres and participating patients, the frequency of measurements and individual results for BMM biochemical markers, as well as the type of management used to control hyperphosphataemia and secondary hyperparathyroidism. Results: 1210 patients from 25 dialysis centres in Argentina participated in the study (representing 4.7% of the country's prevalent dialysis population in 2010). The mean patient age was 55.3±17.6 years, 60.8% were male, 3.3% were on peritoneal dialysis and 29.1% suffered diabetes. In all centres, phosphataemia and calcaemia were measured on a monthly basis, 60% of centres measured intact parathyroid hormone (iPTH) every 6 months, 36% every 3 to 4 months, and 4% annually. As recommended by K/DOQI, 51.6% of patients had adequate levels of calcium (8.4-9.5mg/dl), 51.6% had adequate phosphorus (3.5-5.5mg/dl) and 21.1% displayed acceptable iPTH levels (150-300pg/ml). 24% had iPTH <150pg/ml and 54.5% >300pg/ml. iPTH >600pg/ml was present in 28.3%, and 13.3% had values >1000pg/ml. These figures differed from those published by the DOPPS II study, in which 51.1% of patients had iPTH <150pg/ml, and only 26.7% had iPTH >300pg/ml. Calcium-based phosphate binders were used in 83.6% of the patients, 5.6% used sevelamer and 4.0% used aluminium-containing compounds. To achieve control of hyperparathyroidism, oral or intravenous calcitriol was predominantly used (50.5%) with a small percentage of patients receiving paricalcitol or doxercalciferol. Conclusions: The present study shows a high prevalence of secondary hyperparathyroidism, which differs from that published by other large population studies. There was a high proportion of patients with BMM markers outside the ranges suggested by K/DOQI. Mainly phosphate binders based on calcium and calcitriol continue to be used for the management of hyperphosphatemia and hyperparathyroidism respectively.
Antecedentes: Existen pocos datos acerca de la prevalencia de los trastornos del metabolismo óseo y mineral (MOM) y su forma de manejo en pacientes con enfermedad renal crónica en Argentina. Objetivos y métodos: Mediante una encuesta realizada en 2010 en centros de diálisis, determinamos la prevalencia y las formas de tratamiento de los trastornos del MOM en Argentina y los comparamos con los datos publicados por otros grandes estudios poblacionales. Consignamos las características de los centros de diálisis y de los pacientes participantes, la frecuencia de las determinaciones y los resultados individuales de los marcadores bioquímicos del MOM y el tipo de manejo utilizado para controlar la hiperfosfatemia y el hiperparatiroidismo secundario. Resultados: Participaron 1210 pacientes de 25 centros de diálisis de 10 provincias de Argentina (lo cual representaba el 4,7 % de la población prevalente en diálisis del país en 2010). La población estudiada tenía una edad media de 55,3 ± 17,6 años, 60,8 % eran varones, el 3,3 % en diálisis peritoneal y el 29,1 % eran diabéticos. El 100 % de los centros determinaban calcemia y fosfatemia mensualmente, el 60 % hormona paratiroidea intacta (PTHi) semestralmente, el 36 % cada 3 o 4 meses y el 4 % de forma anual. Según las recomendaciones de K/DOQI, el 51,6 % de los pacientes tenían niveles adecuados de calcio (8,4-9,5 mg/dl), el 51,6 % de fósforo (3,5-5,5 mg/dl) y el 21,1 % de PTHi (150 a 300 pg/ml). El 24,4 % tenían PTHi < 150 pg/ml y el 54,5 % > 300 pg/ml, con un 28,3 % con valores de PTHi > 600 pg/ml y un 13,3 % > 1000 pg/ml. Estos datos diferían de los publicados por el estudio DOPPS II, donde el 51,1 % de los pacientes presentaban PTHi < 150 pg/ml, y solo un 26,7 % PTHi > 300 pg/ml. El 83,6 % utilizaban un captor del fosfato basado en calcio, el 5,6 % sevelamer y el 4,0 % compuestos con aluminio. Para el control del hiperparatiroidismo se utilizaba predominantemente calcitriol oral o endovenoso (50,5 %), con un pequeño porcentaje de pacientes recibiendo paricalcitol o doxercalciferol. Conclusiones: El presente estudio muestra una elevada prevalencia de hiperparatiroidismo secundario, lo cual difiere de lo publicado por otros grandes estudios poblacionales. Existe una elevada proporción de pacientes con marcadores del MOM por fuera de los niveles sugeridos por K/DOQI. Para el control de la hiperfosfatemia y el hiperparatiroidismo, se continúan utilizando mayormente captores del fosfato basados en calcio y calcitriol, respectivamente.