OBJECTIVE: To establish the prevalence of exposure to physical and sexual violence, mental health symptoms, and medical treatment-seeking behavior among three street-based subpopulation groups in Tegucigalpa, Honduras, and to assess the association between sociodemographic group, mental health indicators, and exposure to violence. METHODS: An anonymous, cross-sectional survey among randomly selected street-based adolescents, adults, and commercial sex workers (CSWs) was undertaken at the end of 2010 in Tegucigalpa. Médecins Sans Frontières (MSF) mapped places where the study population gathers. Stratified probability samples were drawn for all groups, using two-stage random sampling. Trained MSF staff administered on-site standardized face-to-face questionnaires. RESULTS: Self-reported exposure to severe physical violence in the previous year was 20.9% among street-based adolescents, 28.8% among adults, and 30.6% among CSWs. For the physical violence event self-defined as most severe, 50.0% of the adolescents, 81.4% of the adults, and 70.6% of the CSWs sought medical treatment. Their exposure to severe sexual violence was 8.6%, 28.8%, and 59.2%, respectively. After exposure to the self-defined most severe sexual violence event, 14.3% of adolescents, 31.9% of adults, and 29.1% of CSWs sought treatment. Common mental health and substance abuse symptoms were highly prevalent and strongly associated with exposure to physical (odds ratio 4.5, P < 0.0001) and sexual (odds ratio 3.7, P = 0.0001) violence. CONCLUSIONS: Exposure to physical and sexual violence reached extreme levels among street-based subpopulations. Treatment-seeking behavior, particularly after severe sexual violence, was limited. The association of mental health and substance abuse symptoms with exposure to violence could lead to further victimization. Medical and psychological treatments targeting these groups are needed and could help decrease their vulnerability.
OBJETIVO: Establecer la prevalencia de la exposición a la violencia física y sexual, los síntomas relacionados con la salud mental, y las conductas de búsqueda de tratamiento médico en tres grupos de subpoblaciones en situación de calle en Tegucigalpa, Honduras, y evaluar la asociación entre el grupo sociodemográfico, los indicadores de salud mental y la exposición a la violencia. MÉTODOS: A fines del 2010 en Tegucigalpa se llevó a cabo una encuesta transversal, de carácter anónimo, en adolescentes, adultos y trabajadores del sexo en situación de calle, seleccionados aleatoriamente. La organización Médicos sin Fronteras (MSF) elaboró mapas de los lugares donde se reunía la población del estudio. Se obtuvieron muestras probabilísticas estratificadas de todos los grupos, empleando un muestreo aleatorizado bietápico. Personal capacitado de MSF administró cuestionarios estandarizados de manera presencial en el lugar. RESULTADOS: La exposición a violencia física grave en el año anterior, según lo notificado por los propios entrevistados, fue de 20,9% en los adolescentes, de 28,8% en los adultos y de 30,6% en los trabajadores del sexo. Después del acto de violencia física autodefinido como el más grave, buscaron tratamiento médico 50,0% de los adolescentes, 81,4% de los adultos y 70,6% de los trabajadores del sexo; su exposición a violencia sexual grave fue de 8,6%, 28,8% y 59,2%, respectivamente. Después de la exposición al acto de violencia sexual autodefinido como el más grave, buscaron tratamiento 14,3% de los adolescentes, 31,9% de los adultos y 29,1% de los trabajadores del sexo. Los síntomas comunes relacionados con la salud mental y el abuso de drogas fueron sumamente prevalentes y se asociaron estrechamente con la exposición a la violencia física (razón de posibilidades 4,5, P < 0,0001) y sexual (razón de posibilidades 3,7, P = 0,0001). CONCLUSIONES: La exposición a la violencia física y sexual alcanzó niveles extremos en las subpoblaciones en situación de calle. Las conductas de búsqueda de tratamiento, en particular después de un episodio de violencia sexual grave, fueron limitadas. La asociación de síntomas relacionados con la salud mental y el consumo de drogas con la exposición a la violencia podría ocasionar una mayor victimización. Se requieren tratamientos médicos y psicológicos enfocados a estos grupos, que podrían ayudar a reducir su vulnerabilidad.