The high consumption of added sugars in the diet of the Argentine population and its consequent effect on health are current concerns both at the clinical and public health levels. The objective of this study was to determine the main sources of added sugars in the Argentine diet and to determine the proportional energy contribution of each of them. The sample consisted of 1266 individuals, representative of the country’s urban population from 15 to 65 years old, stratified by region, age, gender and socio-economic level. Two 24-hour intake records and one socio-economic questionnaire were carried out. Among the total food and beverages consumed, 26.9% of added sugars was contributed by soft drinks and 23.8% by infusions. The third place, with 15.4%, was obtained by baked goods (bread, cookies, etc.) and the fourth, with 12%, from ready-to-prepare juices, ahead of sweets, candies and dairy products. Men, compared to women, consumed significantly more added sugars in soft drinks (32.6 vs. 22.1%) and women more in infusions (25.5% vs. 21.8%), baked goods, sugar and honey. The lower income population consumed significantly more sugar in infusions at the expense of “mate” (21.4 vs. 7 g/day) and no differences were observed in the consumption of soft drinks by socio-economic level (32.9 vs. 34.4 g/day). Urgent measures based on education could improve the consumption habits of added sugars and the health of the population.
El alto consumo de azúcares añadidos en la dieta de la población argentina y su consecuente efecto sobre la salud son preocupaciones actuales tanto a nivel clínico como de salud pública. El objetivo del presente estudio consistió en determinar las principales fuentes de azúcares añadidos de la dieta argentina y determinar el aporte proporcional de energía de cada una de ellas. La muestra consistió en 1266 individuos, representativa de la población urbana del país de 15 a 65 años y estratificada por región, edad, género y nivel socioeconómico. Se efectuaron dos recordatorios de ingesta de 24 horas y un cuestionario de nivel socioeconómico. Entre el total de alimentos y bebidas consumidos, el 26.9% del azúcar lo aportaron las gaseosas y el 23.8% las infusiones. El tercer lugar, con 15.4%, provino de los panificados (pan, galletitas, facturas) y el cuarto, con 12%, de jugos listos para preparar, por delante de los dulces, golosinas y lácteos. Los hombres, en comparación con las mujeres consumieron significativamente más azúcares añadidos en gaseosas (32.6 vs. 22.1%) y las mujeres más en infusiones (25.5% vs. 21.8), panificados, azúcar y miel. La población de menores recursos consumió significativamente más azúcar en infusiones a expensas del mate (21.4 vs. 7 g/día) y no se observaron diferencias en el consumo de gaseosas por nivel socioeconómico (32.9 vs. 34.4 g/día). Urgentes medidas basadas en la educación podrían mejorar los hábitos de consumo de azúcares y la salud de la población.