Neglected infectious diseases (NID) affect mainly isolated populations living in isolation and in poor socioeconomic conditions. These diseases, by their chronic and silent nature, often affect communities with a weak political voice. This translates into very little attention or political priority; which is reflected in minimal and insufficient preventive measures, monitoring and control. However, there is evidence this situation is changing favorably in some countries of the Americas. In recent years, several resolutions (official agreement of the member countries of the Pan American Health Organization / World Health Organization-PAHO / WHO), regional and global agreements on public health; with a greater commitment from the pharmaceutical industry, and other donors and international partners in combination with the development and use of integrated action plans have allowed countries to intensify public interventions to control these diseases and thus achieve target elimination of NID. Onchocerciasis, lymphatic filariasis, Chagas disease, leprosy and trachoma blindness, among others, have been eliminated in several countries and endemic areas, regardless of the level of development of the country or geographical area where they are located. The political decision reflected in adequate financial resources in the next decade will be crucial to achieving the goals of elimination of NID (regional and national)
Las enfermedades infecciosas desatendidas (EID) afectan, principalmente, a las poblaciones que viven en condiciones aisladas y socioeconómicas de pobreza. Estas enfermedades, por su naturaleza crónica y silenciosa, aquejan con frecuencia a comunidades con voz política débil. Lo anterior se traduce en muy poca atención o prioridad política; lo que se refleja en mínimas e insuficientes acciones de prevención, vigilancia y control. Sin embargo, hay evidencia de que la situación está cambiando favorablemente en algunos países de las Américas. En los últimos años, varias resoluciones (acuerdos oficiales de los países miembros de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud- OPS/OMS), convenios regionales y mundiales en materia de salud pública, junto a un mayor compromiso por parte de la industria farmacéutica, y otros donantes y socios internacionales, en combinación con el desarrollo y uso de los planes de acción integrados, han permitido que los países intensifiquen las intervenciones públicas hacia el control de estas enfermedades y así alcanzar los objetivos de eliminación de las EID. La oncocercosis, la filariasis linfática, la enfermedad de Chagas, la lepra y la ceguera por tracoma, entre otras, han sido eliminadas en varios países o zonas endémicas, sin importar el nivel de desarrollo del país o área geográfica donde se localizan. La voluntad política reflejada en los recursos financieros suficientes en la próxima década, serán determinantes para lograr los objetivos regionales y nacionales de eliminación de las EID