Resumen Introducción. En el 2016, la Organización Mundial de la Salud reportó la existencia de casi 2000 millones de adultos con sobrepeso, de los cuales más de 600 millones presentaban obesidad, 347 millones tenían diabetes mellitus de tipo 2, y las personas con hipertensión habían aumentado de 600 millones en 1980 a mil millones en el 2010. Además, 20 % de los adultos desarrollaría el síndrome metabólico con los consecuentes efectos negativos en sus vidas y en los servicios de salud. Objetivo. Determinar los factores de riesgo en la esfera social, biológica y de comportamiento asociados con el síndrome metabólico. Materiales y métodos. Se seleccionaron 300 casos y 675 controles. Los casos se definieron como los hombres con una circunferencia de cintura (obesidad abdominal) de ≥94 cm y las mujeres con ≥88 cm y que presentaran, además, otros dos factores entre los siguientes: hipertensión arterial sistémica, hemoglobina ‘glicosilada’ alta, triglicéridos altos y bajos niveles de colesterol de baja densidad. Los controles eran personas que no presentaban ninguno de los factores de riesgo o solo uno de ellos. Resultados. La prevalencia del síndrome metabólico fue de 30,2 %: 33,6 % en mujeres y 25,6 % en hombres. Las mujeres presentaron un mayor riesgo, con una odds ratio (OR) de 1,70 (IC95% 1,17-2,47), seguidas por los mestizos con una OR de 1,55 (1,10-2,19).El consumo regular de frutas y el ser ama de casa fueron factores protectores, con una OR de 0,83 (IC95% 0,69-1,00) y de 0,58 (IC95% 0,36-0,92), respectivamente. La obesidad fue el factor de riesgo con la mayor asociación (OR=7,52; IC95% 4,79-11,80). El síndrome metabólico aumentó con la edad, así, las personas entre 40 y 49 años presentaron una OR de 4,24 (IC95% 2,20-8,16), la de 50 a 59 años, una de 4,63 (IC95% 2,40-8,93) y los mayores de 80 años, una de 5,32 (IC95% 1,92-14,71). Conclusiones. Estos hallazgos pueden facilitar la implementación de medidas de intervención para el control del síndrome metabólico.
Abstract Introduction: In 2016, the World Health Organization reported that more than 2 billion adults were overweight, of whom 600 million were obese, 347 million had diabetes mellitus type II, and people with hypertension had increased from 600 million in 1980 to 1 billion in 2010. Additionally, 20% of the world’s adult population will develop metabolic syndrome during their lifespan with tremendous effects for their wellbeing and the health systems. Objective: To identify social, biological, and behavioral factors associated with the metabolic syndrome in adults to help in the design of health policies in urban environments. Materials and methods: We included 300 cases and 675 controls. For cases, the waist circumference (abdominal obesity) in men was ≥94 cm and ≥88 cm in women, and other two factors should be present including hypertension, high glycated hemoglobin, high triglycerides, and low HDL levels. Controls presented only one or none of these risk factors. Results: The total prevalence of metabolic syndrome was 30.2%, 33.6% in females, and 25.6% in males. Therefore, females had a higher risk of developing a metabolic syndrome (OR=1.70; 95% CI 1.17-2.47). Being a mestizo also increased the risk of having metabolic syndrome (OR=1.55; 95% CI 1.10-2.19). In contrast, frequent fruit consumption and being a housekeeper were protective factors: OR=0.83; 95% CI 0.69-1.00, and OR=0.58; 95% CI 0.36-0.92, respectively. Logistic regression showed that obesity had the strongest association with metabolic syndrome (OR=7.52; 95% CI 4.79-11.80). Increasing age yielded a linear trend with regard to metabolic syndrome: the OR for the 40 to 49-year-old group was 4.24 (95% CI 2.20-8.16), for the 50 to 59-year-old group, 4.63 (95% CI 2.40-8.93), and for those over 80 years of age, 5.32 (95% CI 1.92-14.71). Conclusion: Obesity was the main risk factor associated with the metabolic syndrome. Our findings can help health policy makers to design interventions for metabolic syndrome control in urban populations in Colombia.