We retrospectively evaluated 73 immunocompetent adult patients assisted at our Infectious Diseases Clinic between March 1999 and March 2004 who presented fever and asthenia, mild to moderate increase of transaminases and serological findings compatible with recent cytomegalovirus infection. We excluded patients with a history of transfusions, drug abuse, immunodeficiencies, preexistent hepatic impairment or serological findings compatible with acute hepatitis A, B and C (HAV, HBV, HCV) and Epstein Barr virus (EBV). The laboratory diagnosis of recent cytomegalovirus infection was made by especific IgM detection (ELISA) or a significant increase of specific IgG. The most frequent symptoms were fever (85%) and asthenia (83%), followed by cephalea (25%), splenomegaly (20%), adenomegalies (22%), pharyngitis (25%), myalgias (25%) and hepatomegaly (19%). All the patients showed moderate increase of transaminases and lymphomonocytosis (73/73). In average, ALT was increased by 6 fold and AST by 3.5 fold. The clinical characteristics that differentiate CMV infection from Epstein-Barr infection are the lesser frequency of adenomegalies and pharyngitis in the former. The differential diagnosis of CMV infection with hepatic involvement from acute hepatitis A and B, is based on the absence of jaundice, the lower elevation of transaminases, the intense lymphomonocytosis and the presence of specific IgM against CMV that are characteristic of CMV infection. In conclusion, in previously healthy young adults with fever, intense asthenia, lymphomonocytosis and moderate increase in transaminases levels, cytomegalovirus infection should be investigated.
Evaluamos retrospectivamente a 73 adultos inmunocompetentes que consultaron entre marzo de 1999 y marzo de 2004 a un centro infectológico ambulatorio por fiebre y astenia, con elevación discreta de las transaminasas y serología compatible con infección reciente por citomegalovirus (CMV). Excluimos a pacientes con antecedentes de transfusiones, adicciones e inmunodeficiencias, así como aquellos con alteraciones hepáticas preexistentes o con serología compatible con infección aguda por hepatitis A, B, C (VHA, VHB, VHC) o virus Epstein Barr (VEB). El diagnóstico de infección reciente por citomegalovirus se efectuó mediante la detección de IgM específica (ELISA de captura), seroconversión o aumento cuádruple del título de IgG específica, en presencia de un cuadro clínico compatible. Los síntomas más frecuentes fueron: fiebre (85%) y astenia (83%), cefalea (25%), esplenomegalia (20%), adenomegalia (22%), faringitis (25%), mialgia (25%) y hepatomegalia (19 %). Se encontró elevación discreta de transaminasas y linfomonocitosis en todos los pacientes (73/73). La elevación promedio de GPT fue de 6 veces y la de GOT fue de 3.5 veces su valor límite. Las características clínicas que diferencian la infección por CMV de la infección por VEB son la menor frecuencia de poliadenopatías y faringitis en la primera. El diagnóstico diferencial de la infección por CMV con compromiso hepático con las hepatitis A y B agudas se basa en la ausencia de ictericia, la menor elevación de las transaminasas, la linfomonocitosis intensa y la presencia de IgM específica que caracterizan a la infección por CMV. En conclusión, ante un paciente joven, previamente sano, con fiebre, astenia intensa, linfomonocitosis y elevación discreta de transaminasas, es importante investigar infección por citomegalovirus.