ABSTRACT The research was carried out in “Finca La Loma” agroecosystem, Limonar de Monte Rous community, Guantanamo province, Cuba and had the objective of characterizing the integral functioning of a pre-mountain agroecosystem, for its prospective orientation towards sustainability, based on its agrobiodiversity. The initial diagnosis showed that the agroecosystem possessed acceptable socioeconomic and environmental conditions, revealed in the quality of life of the actors and the abundant agrobiodiversity. The analysis by subsystem, showed the existence of 249 species of 79 families; of them 41 forest species, being Hura crepitans L., the one with the highest carbon retention and Poeppigia procera Presl., the one with the highest frequency. 28 new species were introduced to meet food needs. The value of the Agrobiodiversity Index (IDA) went from 0,67 to 0,77 in three years. The Human Food Index was based on 56 species. The contributions to the sustainability of the agroecosystem showed positive effects for the qualitative and quantitative indicators. Problems related to the lack of: attachment to “the land” among the young, training, afforestation and areas to be developed were detected; limiting to the prospective development of the agroecosystem
RESUMEN La investigación se realizó en el agroecosistema “Finca La Loma”, comunidad de Limonar de Monte Rous provincia Guantánamo, Cuba y tuvo como objetivo caracterizar el funcionamiento integral de un agroecosistema premontañoso, para su orientación prospectiva hacia la sostenibilidad, basado en su agrobiodiversidad. El diagnóstico inicial mostró que el agroecosistema poseía condiciones socioeconómicas y medioambientales aceptables, reveladas en la calidad de vida de los actores y la abundante agrobiodiversidad. El análisis por subsistema, mostró la existencia de 249 especies de 79 familias; de ellas 41 especies forestales, siendo Hura crepitans L., la de mayor retención de carbono y Poeppigia procera Presl., la de mayor frecuencia. Se introdujeron 28 nuevas especies, para cumplimentar necesidades alimenticias. El valor del Índice de Agrobiodiversidad (IDA) pasó de 0,67 a 0,77 en tres años. El Índice Alimentario Humano se sustentó en 56 especies. Los aportes a la sostenibilidad del agroecosistema mostraron efectos positivos para los indicadores cualitativos y cuantitativos. Se detectaron problemas vinculados a la falta de apego a “la tierra” entre los jóvenes, capacitación, forestación y rubros por desarrollar; limitantes para el desarrollo prospectivo del agroecosistema