The way in which genetic variability is distributed within and among populations depends on different factors, outstanding among these are the reproductive system and the adaptive strategy. Population structure, in turn, imposses restrictions to those evolutionary processes tending to a growing adaptation to the environment and/or specific differentiation. Studies on population structure were made for the Prosopis genus and the genetic differentiation was analyzed for 15 species of Algarobia, Strombocarpa and Monilicarpa Sections using isoenzyme techniques, RAPD, RFLP and DNA sequenciation. The linkage system was analyzed in 7 species of the Algarobia Section from data obtained from isoenzyme electrophoresis, which showed that although these species are mostly exogamous they can reach up to 28% of self-fecundation, with an average of 19%. This behaviour and the limited capacity for pollen and seed dispersal determine an excess of homozygotes in the populations. Except for P. kuntzei, Algarobia species are closely related, independently of their ploidy level and geographical distribution, and are not grouped according to series. Species in the Strombocarpa Section exhibit much lower variability than those in Algarobia. P. argentina (Monilicarpa Section) is the most distinctly differentiated of the species studied to date. Natural hybridation is frequent among species of the Algarobia Section. This phenomenon and the great similarity among these species make their recognition difficult. The results obtained using RFLP techniques in mitocondria and cloroplasts confirm the great affinity among Algarobia species, and provide evidence that they would have a common origin.
La forma en que se distribuye la variabilidad genética dentro y entre poblaciones depende de diferentes factores entre los que se puede mencionar el sistema reproductivo y la estrategia adaptativa. La estructura de las poblaciones, a su vez, establece restricciones a los procesos evolutivos tendientes a la adaptación creciente al ambiente y/o la diferenciación específica. Los marcadores bioquímicos y moleculares constituyen herramientas para evaluar la proporción de la diversidad genética en entidades de complejidad creciente. Esta información permite hacer inferencias acerca de los mecanismos evolutivos que podrían haber conducido al escenario actual. En el género Prosopis se realizaron estudios de estructura poblacional y se analizó la diferenciación genética en 15 especies de la Sección Algarobia, Strombocarpa y Monilicarpa utilizando las técnicas de isoenzimas, RAPD, RFLP y Secuenciación de ADN. En siete especies de la sección Algarobia se analizó, a partir de datos provenientes de electroforesis de isoenzimas, el sistema de apareamiento, pudiendo demostrarse que aunque éstas son mayormente exógamas, pueden presentar hasta un 28% de autofecundación, con un promedio del 19%. La variabilidad genética en especies de Algarobia es alta, pero tiende a ocurrir dentro de las poblaciones. Por esta razón con muestras de pocas poblaciones se cubre la mayor parte de la variación genética detectada por isoenzimas y por la técnica de RAPD. Con excepción de P. kuntzei, las especies de Algarobia son muy afines entre sí independientemente de su nivel de ploidía y distribución geográfica y las mismas no se agrupan de acuerdo con las series. En las especies estudiadas de la sección Strombocarpa la variabilidad es mucho menor que en Algarobia. Estas especies se diferencian mucho entre sí y se separan claramente de las de Algarobia. Finalmente P. argentina (secc. Monilicarpa) es la especie más diferenciada de las estudiadas hasta el presente. La hibridación natural es un hecho frecuente entre especies de la sección Algarobia. La técnica de RAPD ha permitido obtener bandas marcadoras de especie que podrían utilizarse para inferir los progenitores putativos de híbridos naturales. Finalmente los resultados obtenidos por las técnicas de RFLP de mitocondrias y cloroplastos, así como la de secuenciación de un fragmento de este último plástido han permitido estudios cladísticos que confirman la alta afinidad entre especies de Algarobia y brindan evidencias de que las mismas tendrían un origen común.