Abstract Food and nutrition education is an essential tool to ensure public health. The year 1961 saw the launch of the Food and Nutrition Education Programme (EDALNU), which helped Spanish population to complete their nutrition transition. The aim of this study was to analyze the characteristics of the health education network which was created as part of the program. A total of 46,752 people, 94% of whom were women, received training on food and nutrition. Of these, 89.54% obtained the basic certificate, and 8.80% were awarded the diploma. Some 1,407 courses were given, reaching a peak in 1979 with 131 courses and 4,029 students. The most active provinces were Madrid, with 26.65% of the courses; Valencia, with 7.60%; Murcia, with 7.53%, and Malaga, with 6.75%. The Spanish Ministry of Culture and Education organized the largest number of courses (26.23%), followed by the Women's Section (11.16%) and Catholic Action (5.12%). Diploma courses were taught for 160 hours, while basic courses lasted 40 hours. The training delivered was affected by changes in the EDALNU program and the Spanish administrative and political structure. Our research revealed that the development and gender balance of the network of trainers presented regional inequalities, and that a wide range of institutions were involved in delivering the courses.
Resumen La educación en alimentación y nutrición es una herramienta fundamental para garantizar la salud. En 1961, se puso en marcha el Programa de Educación en Alimentación y Nutrición (EDALNU), que ayudó a la población española a completar su transición alimentaria y nutricional. El objetivo de este trabajo es analizar las características de la red de promotores de salud que se desarrolló en el marco del programa. Recibieron formación relacionada con alimentación y nutrición 46.752 personas, el 94% de ellas mujeres. El 89,54% obtuvo el título de iniciado y el 8,80%, el de diplomado. Se realizaron 1.407 acciones y en 1979 se alcanzó el momento más álgido, con 131 cursos y 4.029 alumnos. Madrid, con el 26,65% de cursos; Valencia, con el 7,60%; Murcia, con el 7,53%, y Málaga, con el 6,75%, fueron las provincias más activas. El Ministerio de Cultura y Educación fue el encargado de organizar el mayor número de cursos (26,23%), seguido de Sección Femenina (11,16%) y Acción Católica (5,12%). La duración y los contenidos formativos de los cursos eran de 160 horas para los diplomados y 40 para los iniciados. La acción formativa desarrollada estuvo sometida a los cambios que experimentó el Programa y a los que afectaron a la estructura administrativa y política española. La investigación ha mostrado las desigualdades territoriales que acompañaron el desarrollo de la red de formadores, su componente de género y el carácter plural de las instituciones que organizaron los cursos.