Resumen El objetivo de este artículo es comprender el lugar de las carreras de caballos en la ciudad de Paysandú en las primeras décadas del siglo XX, que constituyen parte del llamado período de modernización del Uruguay. En esta ciudad, cuya economía era impulsada por la ganadería y por los intercambios comerciales generados a partir de su puerto –el segundo de mayor movimiento del país en el período–, las carreras de caballos representaron una de las principales formas de divertimento de la población en las primeras décadas del siglo XX. Intensamente vinculadas a los grandes productores ganaderos, las carreras de caballos se realizaban simultáneamente en dos espacios: las casas de comercio y el hipódromo de la ciudad, construido en fines del siglo XIX. A partir de las fuentes, se puede percibir que, inicialmente, las casas de comercio no representaron una competencia directa a las actividades realizadas en el hipódromo, incluso atrayendo a los mismos dueños de caballos que participaban de la comisión directiva de dicha asociación. A su vez, se puede percibir una reducción en la vida social relacionada al hipódromo entre los años 1905 y 1907, cuando comienza un esfuerzo para restablecer las actividades y transformarlo en el principal centro de los encuentros ecuestres de la ciudad, adoptando una organización más próxima de las formas deportivizadas y demandando la exclusividad en la realización de las carreras de caballos.
Abstract This paper aims to comprehend the place of horseracing in the city of Paysandú in the first decades of the twentieth century, known as Uruguay’s modernization period. In this city, whose economy was boosted by cattle raising and commercial exchanges generated by its harbor (the second greatest of the country in this period), horseracing represented one of the principal amusements. Horseracing was strongly related to great cattle raisers and happened simultaneously in two spaces: trade houses and the city’s racetrack, built at the end of the nineteenth century. Based on the sources, it can be noticed that, at first, trading houses did not represent direct competition to activities carried out in the racetrack. They even attracted the same horse owners who occupied positions in the board of directors of the racetrack. On the other hand, there is a perceptible decrease in the sociability related to the racetrack between 1905 and 1907, leading to an effort to reestablish the racetrack and turn it into the main stage for equestrian events in the city. To do so, they adopted an organization closer to sportized forms and demanded exclusivity in the organization of horseraces.