Abstract Introduction: Alzheimer's pathology is a neurodegenerative disease characterized by cognitive impairment and functional disability that causes progressive restrictions in daily activities. The present study associates nutritional status with cognitive and clinical aspects of the elderly with mild, moderate and severe Alzheimer's disease (AD). Methods: data from the Mini Nutritional Assessment (MNA), bioelectrical impedance (BIA), anthropometric measurements, and physical activity indicators were associated with clinical and cognitive aspects of 43 elderly patients with AD. The data were compared to a paired control group (NC) (n = 51) at a significance level of p < 0.05. Results: elderly patients with AD presented lower cognitive performance, higher risk of malnutrition (p = 0.001), lower weight (t-test, p = 0.017) and body mass index (BMI) (p = 0.006), and higher sedentarity (Chi-square, p = 0.040) when compared with the NC. The elderly with AD presented significant reduction in lean body mass (LM) and increased fat mass (FM). As dementia progresses, significant impairment of nutritional indicators is observed. Elderly patients with severe AD present lower weight, BMI, MNA scores and increased body fat mass index and fat mass when compared with those with mild/moderate AD. A correlation was observed between better cognitive performance and weight, BMI, calf circumference and triceps skinfold thickness. Conclusion: elderly patients with AD present high sedentarity, risk of malnutrition, lower weight, BMI and LM, and increased FM. There was progressive impairment of nutritional status and cognition as the disease progressed. There is an association between the nutritional variables and cognitive aspects.
Resumen Introducción: la enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por incapacidad funcional, generalmente progresiva y con restricciones en la vida diaria. El objetivo de este estudio es valorar la asociación entre el estado nutricional y los aspectos cognitivos y clínicos en las personas mayores con EA leve, moderada y grave. Métodos: se relacionaron los datos del Mini Nutritional Assessment (MNA), la impedancia bioeléctrica (BIA), las medidas antropométricas y los indicadores de actividad física con los aspectos clínicos y cognitivos de 43 personas mayores con EA. Los datos se compararon a los de un grupo control (GC) pareado de 51 individuos, con un nivel de significación p < 0,05. Resultados: las personas mayores con EA tuvieron peores resultados en la evaluación cognitiva, un mayor riesgo de desnutrición (Mann-Whitney test; p = 0,001), menor peso (t test; p = 0,017) y menor índice de masa corporal (IMC) (p = 0,006), aunque un mayor sedentarismo (2; p = 0,040), en comparación al GC. Las personas mayores con EA presentan, de manera significativa, menores medidas de masa magra (MM) y mayores medidas de masa grasa (MG). Según evoluciona la demencia los indicadores nutricionales empeoran. Las personas mayores con EA grave presentan menor peso, IMC y puntuación del MNA, pero mayores índices de masa grasa y masa magra cuando se comparan con los de EA leve y moderado. Hubo una correlación significativa entre un mejor desempeño cognitivo con el peso, IMC y medidas de la circunferencia de la pantorrilla c y el grosor del pliegue tricipital. Conclusión: las personas mayores con EA son más sedentarias, presentan mayor riesgo de desnutrición, menor peso, IMC y MM, y un aumento de la MG según va empeorando la enfermedad. Hay relación entre las variables nutricionales y los aspectos cognitivos.