este ensayo se propone mostrar que, a pesar de la relevancia de la interpretación alejandrina del intelecto agente aristotélico (que Alejandro identifica con dios), tal interpretación no puede ser correcta por razones de orden sistemático que irían en contra de algunas premisas aristotélicas básicas, tanto ontológicas en general como de su noética y psicología en particular. En el desarrollo de su argumento general Boeri destaca la relevancia de algunos argumentos y explicaciones de Pseudo Filópono, quien (correctamente a su juicio) se esfuerza por anclar el problema del intelecto del lado psicológico, lo cual presupone que el intelecto debe tener un "soporte" corpóreo. Una consecuencia de su examen es, según Boeri, que no sólo la interpretación de Alejandro del intelecto agente no constituye una correcta exégesis de De anima III 5, sino también que, al identificar al intelecto agente con el "intelecto que viene de afuera", con dios y con la causa primera, Alejandro introduce una importante incoherencia dentro de su propia concepción psicológica que reconoce la tesis de Aristóteles de que los estados anímicos "se dan" a través del cuerpo.
this essay intends to show that, despite the relevance of Alexander's interpretation of Aristotle's agent intellect (the intellect that Alexander indentifies with god), such an interpretation cannot be right due to reasons of systematic order that go against some basic Aristotelian premisses, both ontological in general and noetical and psychological in particular. In the development of his essay, Boeri highlights some arguments and explanations provided by Pseudo Philoponus, who (rightly according to him) is concerned with encompassing the issue of the intellect on the psychological side, which presupposes that the intellect must have a bodily support. A consequence of this examination, Boeri suggests (i) that not only Alexander's interpretation of intellect does not constitute a correct exegesis of Aristotle's De anima III 5, but that (ii), when identifying the agent intellect with the intellect "coming from without", with god, and with the first cause, Alexander introduces an important incoherence within his own psychological conception, which acknowledges Aristotle's thesis that the psychological states "exist" through the body.