Basado en observaciones, en mediciones y en literatura acerca de las habilidades deportivas de los insectos, en los tres deportes reconocidos de los Juegos Olímpicos de Verano, el atletismo, la gimnasia y la natación, se comparan algunas marcas deportivas, recientemente establecidas por hombres y por mujeres con aquellos que, determinados insectos, sostienen desde hace millones de años. Estos artrópodos, si compitiesen con los humanos, ganarían en la mayoría de las justas, en las que, por sus características, podrían participar, ya sea a nivel mundial o en juegos olímpicos. En el levantamiento de pesas, en cualquiera de las modalidades, compiten los escarabajos peloteros y las hormigas con los insectos; ganarían los cucarrones, reconocidos también como los insectos sagrados de los antiguos egipcios. Disputa con ellos la medalla, el escarabajo hércules o rinoceronte, Dynastes hercules, cucarrón emblemático de las selvas tropicales de Suramérica, incluyendo a Colombia. Las chinches acuáticas de las familias Notonectidae y Corixidae son nadadores por excelencia de dos estilos, espalda y pecho y no es la pulga, que se pensaba sostenía el récord mundial de salto alto y largo, sino un insecto salivazo o mión (Cercopidae), plaga de alfalfa. Igualmente, y como ocurre casi siempre en los juegos olímpicos, donde alguien le quita el récord a un atleta, hace poco, otro insecto le quitó la marca de corredor más rápido a la cucaracha americana. Afortunadamente, los humanos no compiten en deportes con los insectos, pero sí luchan con algunos de ellos, con éxito limitado, principalmente, por alimentos.
Based on observations, measurements and literature on the sport abilities of insects within the three recognized categories of the Olympic Summer Games, athletics, gymnastics and swimming, some sporting marks, recently established by men and women, are compared with those, which specific insects sustain since millions of years. If these arthropods would compete with athletes , they would gain all competences, in which their characteristics would permit their participation, in both world and Olympic Game. In weight lifting, within any category, dung beetles and ants would compete, winning the gold medals the first group, to which the sacred dung beetles of the ancient Egyptians belong. They will be challenged by the rhinoceros beetle, Dynastes hercules, emblematic scarab of the South-American rainforests, including Colombia. The aquatic bugs of the families Notonectidae and Corixidae are swimmers by excellence of both styles, back and breast and, it is not the flea which sustains the world record of high and large jumps, but a spittlebug or froghopper (Cercopidae), an insect pest of alfalfa. Equally, and as it happens during the Olympic Games, where somebody takes a record away from an athlete, an other insect beats the score of the American cockroach as fastest runner. Fortunately, humans do not compete in games with insects, but do so, although with limited extent, with some of them for food.