Resumen En Colombia no existe, en estricto sentido, un régimen de responsabilidad penal de las personas jurídicas. No obstante, en nuestro estatuto de contratación pública (literal j del artículo 8 de la Ley 80 de 1993) se consagra una inhabilidad intemporal para contratar con el Estado, cuando la persona natural ha sido condenada por delitos contra la administración pública, la cual se extiende a las personas jurídicas en las que aquella participe como administrador, representante legal, miembro de junta directiva o socio controlante. Esta inhabilidad, que ciertamente genera una afectación corporativa, carece de oportunidad dentro del rito procesal penal para que la persona jurídica pueda ejercer el derecho de defensa. Con base en lo anterior, utilizando una metodología basada en la hermenéutica, dogmática y coherencia del ordenamiento jurídico nacional en sus distintas especialidades, los autores debatENB tanto la naturaleza jurídica de la inhabilidad - en especial si es una sanción contra la persona jurídica o un mero mecanismo de prevención-, como la conveniencia y la constitucionalidad de esta medida, en el marco de la expansión punitivista y la fachada de tolerancia cero frente a cualquier acto de corrupción. Se concluye que la inhabilidad derivada o por extensión es efectivamente una sanción, que tiene como origen una condena en sede penal, y que por tanto debería respetar los principios de culpabilidad, presunción de inocencia y acceso a la administración de justicia, con los cuales colisiona irremediablemente.
Abstract In Colombia, strictly speaking, there is no regime of criminal liability for legal entities. However, in our public procurement statute (subsection j of Article 8 of Law 80 of 1993), a perpetual disqualification to contract with the State is established when a natural person has been convicted of crimes against public administration. This disqualification extends to legal entities in which that person participates as an administrator, legal representative, board member, or controlling partner. The disqualification, which certainly affects the legal entity, lacks an opportunity within the criminal procedural framework for the affected legal entity to exercise the right to defense. Based on the above, using a methodology grounded in hermeneutics, legal doctrine, and the coherence of the national legal system in its various specialties, the authors debate both the legal nature of this disqualification -especially whether it constitutes a sanction against the legal entity or a mere preventive mechanism- and the suitability and constitutionality of this measure, within the context of the expanding punitive approach and the facade of zero tolerance towards acts of corruption. It is concluded that the derived or extended disqualification is indeed a sanction, originating from a criminal conviction, and therefore should respect the principles of culpability, presumption of innocence, and access to the administration of justice, with which it inevitably collides.