Resumen: Objetivo: Identificar en un grupo de jóvenes tabasqueños las percepciones asociadas con conductas sexuales de riesgo. Material y métodos: Se trata de un estudio mixto y transversal, realizado con un muestreo no probabilístico a conveniencia de 60 personas, quienes cumplían con los criterios de inclusión (18-25 años) pertenecientes al estado de Tabasco, 30 hombres y 30 mujeres. Se les aplicó la encuesta de salud y hábitos sexuales. Resultados: Las mujeres señalaron como sus mayores fuentes de educación sexual a los médicos (30%) y a sus madres (23%); mientras que, en el grupo de los hombres, fueron médicos, amistades, libros, etc. Para la percepción de riesgo de contraer VIH con el comportamiento sexual actual, los hombres percibieron mayor riesgo de contagio que las mujeres. Relacionado con las medidas que protegen del VIH, el uso del preservativo fue el método identificado como el más seguro, tanto en hombres (96.66%) como en mujeres (100%). En segundo lugar, se reconoció la opción “hacerse pruebas con frecuencia”; sin embargo, el 65% señaló nunca haberse realizado la prueba de VIH. Acerca del uso de los preservativos, en ambos grupos, predominaron respuestas, tales como, “son complicados de usar”, “crean desconfianza en la pareja”, entre otras. Sobre la percepción de los mecanismos a través de los cuales se podría adquirir el VIH, los 60 (100%) encuestados marcaron que el VIH se transmite a través de las relaciones sexuales; sin embargo, la opción “por picadura de mosquito” fue elegida por 3 (10%) hombres y una mujer (3.33%). Conclusiones: Las percepciones erróneas pueden ser determinantes para acceder a prácticas sexuales inseguras. Identificar las percepciones equivocadas, las fuentes, calidad y veracidad de la información en temas de sexualidad, así como los factores de riesgo y de protección, puede servir para diseñar intervenciones psicoeducativas eficientes, como estrategia de prevención para los adolescentes y los jóvenes.
Abstract: Objective: To identify youth perceptions associated to risky sexual behaviors in a group of teenagers from Tabasco. Material and methods: It is a mixed, cross-sectional study with a non-probabilistic sampling which was carried out at the convenience of 60 people who met the inclusion criteria (18-25 years old) belonging to the state of Tabasco, consisting of 30 women and 30 men. Health and sexual habits surveys were applied to them. Results: Women indicated doctors (30%) and their mothers (23%) as their main sources of sexual education; while, in the group of men, they referred to doctors, friends, books, etc. For the perception of risk of acquiring HIV with current sexual behavior, men perceived a higher risk of infection in comparison to women. In relation of measures that protect against HIV, the use of condoms was identified as the safest method, both in men (96.66%) and in women (100%). The second safest option they referred to was “to get tested frequently”; however, 65% reported never having an HIV test in the past. Regarding the use of condoms, in both groups, responses predominated, such as, “they are difficult to use”, “they create mistrust in the partner”, among others. Concerning about the perception of mechanisms through which HIV could be acquired, 60 participants (100%) indicated that HIV is transmitted through sexual intercourse; however, the option “by mosquito bite” was chosen by 3 men (10%) and one woman (3.33%). Conclusions: Wrongful perceptions can be decisive in the practice of unsafe sexual practices. Identifying misperceptions, sources, quality and veracity of information on sexuality issues, as well as risk and protective factors, can be useful to design efficient psychoeducational interventions as a prevention strategy for adolescents and the youth.