Resumen El río San Juan, que junto con el lago de Nicaragua forman un canal interoceánico natural casi completo, siempre estuvo en la mira de grandes potencias mundiales, debido a su valor geoestratégico. Por tanto, fue un elemento clave en las pretensiones expansionistas del líder filibustero William Walker quien, con el apoyo de los esclavistas del sur de EE. UU., se proponía conquistar las cinco repúblicas centroamericanas y anexarlas a dicho país. Aunque desde 1856 Walker tenía bajo su dominio tan importante ruta acuática, durante la primera etapa de la Campaña Nacional de 1856-1857 no se le combatió ahí, pues se sabía que invadiría Costa Rica por Guanacaste. No obstante, en la segunda etapa los mayores esfuerzos del ejército costarricense se concentraron en sus aguas, para disputarle los bastiones militares de La Trinidad, el Castillo Viejo y el fuerte de San Carlos. Para ello hubo que incursionar en el río San Juan a través de sus dos mayores afluentes, el San Carlos y el Sarapiquí, lo que representó grandes desafíos, pues los soldados costarricenses no tenían experiencia en combates fluviales, ni tampoco en una región tan desconocida. Para entender lo ocurrido entonces, en este artículo se presenta un análisis -basado en varias fuentes documentales y en visitas a ambos ríos- de los factores políticos, geográficos y humanos que propiciaron que dichos ríos fueran clave para que la región del norte de Costa Rica se convirtiera en un escenario determinante en la defensa de la libertad y la soberanía de los países centroamericanos.
Abstract The San Juan River, along with the Lake of Nicaragua, form an almost complete natural interoceanic canal, so that it has always been in the sights of great world powers, due to its geostrategic importance. Therefore, it was a key element in the expansionist pretensions of the filibuster leader William Walker who, with the support of the slaveholders of southern United States, attempted to conquer the five Central American republics and annex them to that country. Even though Walker had kept such an important aquatic route under his control since 1856, he was not confronted there during the first stage of the National Campaign of 1856-1857, as it was known that he would invade Costa Rica through Guanacaste. However, for the second stage of the Campaign, the Costa Rican army conducted its greatest efforts in the San Juan River, to dispute the military strongholds of La Trinidad, Castillo Viejo and the fort of San Carlos. To accomplish this, it was necessary to enter the San Juan River through its two largest tributaries, the San Carlos and the Sarapiquí Rivers. This represented great and dangerous challenges, since Costa Rica’s soldiers had no experience in aquatic combats, nor in such an unknown region. In order to understand what happened then, this article presents an analysis -based upon various documentary sources and visits to both rivers- of the political, geographical and human factors that led to these rivers being key to the northern region of Costa Rica to become a determining scenario in the defense of freedom and sovereignty of the Central American countries.