Background. The Mediterranean diet is considered to be a prototype of a healthy diet. The modernization of society implies sociological and cultural changes that affect feeding preferences and habits. The aim of this paper is to determine the quality index of the dietary habits in pupils of compulsory secondary education (CSE). Material and methods. By distributing a 16 item questionnaire (kidmed test) to a random sample of 1,956 pupils of CSE (966 males and 990 females). The final score or kidmed index (range 0-12) indicates whether the degree of adherence to the Mediterranean diet is low (0-3), medium (4-7) or high (8-12). Results. A low kidmed index value was registered in 6.7% of the pupils of CSE, whereas medium values corresponded to 50.4% and low values to 42.9%, showing no significant statistical differences between the sexes. The kidmed index decreases progressively with age (p<0.05). At age 13 (first year of CSE), 49.5% of the pupils had an optimal score on the kidmed index, whereas at 16 (fourth year of CSE), this score reached 37.2%. There were statistical differences (p<0.05) regarding consumption of fruit, fish, nuts and dried foods, sweets and factory produced baked foodstuffs; pupils also frequently went without breakfast and ate at fast food restaurants. Conclusions. By the end of CSE, 62.8% of pupils showed a low-medium degree of adherence to the Mediterranean diet. Applicable food advice for these adolescents would be to increase consumption of fruit, vegetables, nuts, pasta and rice, yogurt and cheese, pulses and fish; and to reduce consumption of factory produced baked foodstuffs and sweets and to eat less at fast food restaurants; besides insisting on the importance of daily breakfast and the use olive oil for cooking. In addition, it would be convenient to develop nutrition education programs during compulsory education.
Fundamento. La dieta mediterránea está considerada como un prototipo de dieta saludable. La modernización de la sociedad implica cambios culturales y/o sociológicos que afectan a los hábitos y preferencias alimentarias. El objetivo de este trabajo es determinar el índice de calidad de los hábitos alimentarios entre los alumnos de educación secundaria obligatoria (ESO). Material y métodos. Distribución de un cuestionario de 16 preguntas (test kidmed) a una muestra aleatoria de 1.956 alumnos de ESO (966 varones y 990 mujeres). La puntuación final o índice kidmed (de 0 a 12) indica si la adherencia a la dieta mediterránea es baja (de 0 a 3), media (de 4 a 7) o alta (de 8 a 12). Resultados. El 6,7% de los alumnos de ESO tenían un índice kidmed bajo, el 50,4% medio y el 42,9% alto, sin que existieran diferencias significativas entre ambos sexos. El índice kidmed disminuía progresivamente con la edad (p<0,05). A los 13 años (1º ESO) el 49,5% tenían una puntuación óptima del índice kidmed, mientras que a los 16 años (4º ESO) esta puntuación apenas la alcanzaba un 37,2%. Entre los alumnos de 1º y 4º de ESO existían diferencias significativas (p<0,05) respecto al consumo de frutas, pescados, frutos secos, bollería industrial y dulces; así como en la falta de regularidad del desayuno y la frecuentación de hamburgueserías. Conclusiones. Al terminar la ESO el 62,8% de los alumnos presentaban una adherencia media-baja a la dieta mediterránea. Las normas dietéticas aplicables a estos adolescentes consistirían en incrementar el consumo de frutas, verduras y hortalizas, frutos secos, pastas y arroz, yogures y quesos, legumbres y pescados, así como disminuir la ingesta de bollería industrial y dulces y la frecuentación de hamburgueserías; siendo importante el desayuno diario y el consumo de aceite de oliva como grasa culinaria. Sería conveniente desarrollar programas de educación nutricional durante la enseñanza obligatoria.