The treatment of the relicta pia (pious bequests assigning temporal goods to the purpose of salvation of the soul) in Nueva Granada in the eighteenth and nineteenth century, where properly studied according to its own dogmatic (a juridical one, originated in the Western canon of Roman descent), provides the opportunity to rethink the idea of secularization itself, as a form of transmission of material, juridical and political resources (land, iurisdictio), along the transition from the ancien régime to constitutional and legalist republics. The notion of «spiritual» or «spiritualized» goods, placed outside the commercium, among which land must be possibly included, as object of pious dispositions, refers to sacrum, the sacred, as an «antineutral» dimension of politics, law and justice; this dimension originates in the pignora of the pagan religio, a pactist and communitarian one, and lingers on in Christian relicta and relics, described and interpreted according to the set of concepts, principles and institutions of the ius commune, Roman and canonical, plural and casuistical; a system far from all blunt identification with the «law of the Catholic Monarchy», and whose rule continues for decades after the establishment of Republics in Hispanic America. In its effort to create modern «property», Bourbon laws intervene against customary and immaterial forms of gaining and circulating rights on land, neutralizing dispositives of the ancient sacrum, so announcing the transition of law to an abstract dimension, tending to depoliticization, due to legalism and positivism. The liberal State rising triumphant from the revolutions will eventually displace politics, previously established in rendering justice, to new territories, temporarily coextensive with the domains of (political) economy.
El tratamiento de los relicta pia (disposiciones de última voluntad que destinan bienes a instancias de salvación del alma) en los siglos XVIIIXIX neogranadinos, siempre que se evalúe según su dogmática propia (la jurídica, determinada por el canon occidental de ascendencia romana), ofrece la oportunidad de repensar la idea misma de «secularización», como forma de transmisión de recursos materiales, jurídicos y políticos (tierra, iurisdictio) en la transición del antiguo régimen a las repúblicas constitucionales y legalistas. La noción de bienes «espirituales» y «espiritualizados», sustraídos al commercium, noción que incluye posiblemente, por vía de disposiciones pías, la tierra, nos remite al sacrum como dimensión «antineutral» de la política, el derecho y la justicia; esta dimensión se origina en los pignora de la religio pagana, comunitaria y pactista, y perdura en los relicta y reliquias cristianos, descritos e interpretados según el aparato conceptual, institucional y preceptivo del ius commune, romano y canónico, plural y casuista, que, lejos de identificarse tout court con el «derecho de la Monarquía católica», resiste en la América hispana a lo largo de muchas décadas de su historia republicana. En el esfuerzo para crear la moderna proprietarietas, la legislación borbónica interviene formas consuetudinarias e inmateriales de la adquisición y circulación de derechos sobre tierra, con lo que neutraliza dispositivos del antiguo sacrum y anuncia el tránsito del derecho a una nueva dimensión, abstracta y tendiente a la despolitización (en cuanto legalista y positivista). El Estado liberal que surge triunfante de las revoluciones termina desplazando la política, anteriormente asentada en el impartir justicia, hacia nuevos territorios, coincidentes en primer lugar, de momento, con el dominio de la economía (política).