Resumen Las malformaciones arteriovenosas AVM del cuero cabelludo, comúnmente conocidas como aneurismas cirsoides, son colecciones complejas de arterias y venas que se comunican directamente. Dependiendo de su tamaño y complejidad, se puede utilizar una variedad de estrategias para tratarlos. Se presenta el caso de un paciente del sexo masculino de 53 años de edad, que acudió a valoración por presentar una aumento de volumen de una lesión pulsátil que se extendía desde la región parietotemporal derecha acompañado de cefalea holocraneana y tinnitus, se realizó una angiotomografía cerebral en la que se observó una lesión compuesta de imágenes serpentiformes ectásicas, con una localización extracraneal derecha, posteriormente se realizó una angiografía cerebral diagnóstica que demostró un cortocircuito arteriovenoso plexiforme y fistuloso frontoparietal derecho alimentado por aferencias provenientes de la arteria temporal superficial, auricular posterior, occipital y meníngea media derechas, con drenaje a través de una vena varicosa y ectásica hacia la vena yugular externa. Se realizó por vía femoral una embolización por vía endovascular del cortocircuito arteriovenoso en dos tiempos, logrando una construcción de “olla a presión” para realizar la inyección de líquido embolizante y tener una embolización subtotal del 93%, con esto se pudo realizar una resección microquirúrgica con un abordaje frontoparietotemporal derecho, resecando la parte más profunda, y dejando la piel cabelluda con vasos embolizados sin resecar. Para el cierre de la herida quirúrgica se realizó rotación de colgajo simple para cubrir el defecto de piel derivado de su resección. Se sometió al paciente a panangiografía cerebral postresección, y se identificó la ausencia de cortocircuito arteriovenoso. Dependiendo de la extensión y la complejidad anatómica de la malformación, las manifestaciones clínicas pueden variar. Más del 80% de las MAV estarán presentes al nacer y el resto se pueden desarrollar después de un trauma craneal o intervenciones quirúrgicas. Se necesita una intervención terapéutica adecuada a través de una angiografía selectiva, durante la cual se puede realizar la embolización endovascular de los principales vasos de alimentación antes de la intervención quirúrgica abierta. Las reconstrucciones por tomografía computarizada tridimensionales por volumen se pueden utilizar para una mayor planificación quirúrgica, la reducción del aporte arterial postembolización disminuirá la hemorragia intraoperatoria, facilitando la resección quirúrgica total. La eliminación puede dar lugar a defectos cutáneos grandes y de espesor completo que pueden ser difíciles de reconstruir sin comprometer los resultados funcionales y cosméticos.
Abstract Scalp arteriovenous malformations AVMs, commonly known as cirsoid aneurysms, are complex collections of arteries and veins that communicate directly. It has been postulated that AVMs occur both through the activation of inactive fistulous lesions and through the formation of new fistulous vascular channels through the canalization of injured vessels. Depending on their size and complexity, a variety of strategies can be used to treat them. The case of a 53-year-old male is presented who came for evaluation due to an increase in the volume of a pulsating lesion that extended from the right parietotemporal region accompanied by holocraneal headache and tinnitus. A cerebral angiotomography was performed in which a lesion composed of ectatic serpentine images, with a right extracranial location, subsequently diagnostic cerebral angiography was performed demonstrating a right frontoparietal fistulous and plexiform arteriovenous shunt fed by afferents from the right superficial temporal, posterior auricular, occipital and middle meningeal arteries, with drainage through a varicose and ectatic vein towards the external jugular vein. An endovascular embolization of the arteriovenous shunt was performed via the femoral route in two stages, achieving a “pressure cooker” construction to perform the injection of embolizing fluid and have a subtotal embolization of 93%, with this it was possible to perform a microsurgical resection with a right fronto-parietal-temporal approach resecting the deepest part, leaving the scalp with embolized vessels without resecting. To close the surgical wound, a simple flap rotation was performed to cover the skin defect derived from its resection. The patient underwent post-resection cerebral panangiography, identifying the absence of arteriovenous shunt. Depending on the extent and anatomical complexity of the malformation, clinical manifestations may vary. More than 80% of AVMs will be present at birth and the rest may develop after head trauma or surgical interventions. Appropriate therapeutic intervention is needed through selective angiography, during which endovascular embolization of the major feeding vessels can be performed before open surgical intervention. Volume-based three-dimensional computed tomography reconstructions can be used for further planning. Surgical reduction of post-embolization arterial supply will reduce intraoperative hemorrhage, facilitating total surgical resection. Removal can result in large, full-thickness skin defects that may be difficult to reconstruct without compromising functional and cosmetic results.