Abstract: Migrants invariably and unavoidably experience domination under the nation-state centered concepts, categories, and institutions that structure our political thinking. In response, we need to build new forms of citizenship, including local, regional, transnational, and supranational forms of belonging, accompanied by meaningful, democratic, political power. In this paper, I examine historical and present-day alternative models of political organization as possible viable alternatives to state-centric liberal democracy. It begins the task of assessing these models using radical republican theory that grounds non-domination in the active and equal participation of people subject to power. I have three broad aims. First, we need to break down the native-migrant dichotomy to highlight commonalities and search for solidarities among migrants and other marginalized and oppressed groups, including indigenous groups. Second, I seek to awaken the political imagination. Many people do not believe there are viable alternatives to liberal democracy centered around the nation-state. In response, we should draw attention to the ways in which the nation-state’s hegemony is fragile and fragmented and the ways in which sovereignty is complex and contested. Most importantly, we need to consider alternative models for inspiration. Third, we need tools for assessing the desirability of alternatives and for building new forms of citizenship.In what follows, first I explain why the dominant, nation-state centered model of political organization is unable to deliver justice in today’s world, or, indeed, address the collective dangers that humanity faces. I next provide a sketch of a radical republican vision that provides normative guidance our thinking about alternative institutions. I end by using this radical republic vision to reflect on possibilities to guide efforts to remake the world.
Resumen: Los migrantes, invariable e inevitablemente, experimentan dominación bajo los conceptos, categorías e instituciones centrados en el Estado-nación que estructuran nuestro pensamiento político. En respuesta, necesitamos construir nuevas formas de ciudadanía, incluidas formas de pertenencia locales, regionales, transnacionales y supranacionales, acompañadas de un poder político significativo y democrático. Este artículo examina modelos alternativos, históricos y actuales, de organización política como posibles opciones viables a la democracia liberal centrada en el Estado. Comienzo esta tarea evaluando estos modelos desde la teoría republicana radical que fundamenta la no dominación en la participación activa e igualitaria de las personas sujetas al poder. Tengo tres grandes objetivos: primero, romper la dicotomía nativo-migrante para resaltar los puntos en común y buscar solidaridades entre los migrantes y otros grupos marginados y oprimidos, incluidos los grupos indígenas. Segundo, busco despertar la imaginación política. Muchas personas no creen que existan alternativas viables a la democracia liberal centradas en el Estado-nación. En respuesta, debemos llamar la atención sobre las formas en que la hegemonía del Estado-nación es frágil y está fragmentada, así como las formas en que la soberanía es compleja y disputada. Lo más importante es que debemos considerar modelos alternativos para inspirarnos. En tercer lugar, identificar herramientas para evaluar la conveniencia de alternativas para construir nuevas formas de ciudadanía. En lo que sigue, primero expondré por qué el modelo dominante de organización política centrado en el Estado-nación es incapaz de hacer justicia en el mundo de hoy o, de hecho, de abordar los peligros colectivos que enfrenta la humanidad. A continuación, ofrezco un esbozo de una visión republicana radical que proporciona una guía normativa a nuestro pensamiento sobre las instituciones alternativas. Termino usando esta visión de República radical para reflexionar sobre las posibilidades de guiar los esfuerzos para rehacer el mundo.