Abstract Orbitofrontal syndrome is characterized by disinhibition, impulsiveness, transgression of social norms and sometimes the development of criminal behavior. This is the case of an 18-year-old male offender incarcerated for kidnapping, rape and homicide of a minor. He was evaluated through interviews and the use of the Eysenck personality questionnaire (Form B), Raven’s progressive matrices (RPM), Rey-Osterrieth complex figure (Form A), Differences perception test (FACES-R), Stroop color and word test (SCWT), Mini-Mental state examination (MMSE) and Aggression questionnaire (AGQ). The research subject showed age-appropriate speech, language and vocabulary, and had neither physical problems nor attention, language, writing, reading, praxis, calculation, perception and memory disorders. The results highlight a higher-than-average intelligence quotient, optimal cognitive skills, melancholic temperament with depressive thoughts, introverted personality with low environmental sensitivity, poor social skills, self-absorption and avoidance. Additionally, perfectionist tendencies, sudden emotional changes, difficulty changing behavioral patterns, impulsiveness and disinhibition, all of which are characteristics of orbitofrontal syndrome. Finally, the research highlights the use of psychometric tests and neuropsychological evaluations for the diagnosis of orbitofrontal syndrome. Said tests and evaluations are necessary for the proper management of offenders incarcerated in prisons and/or detention centers who do not have access to neuroimaging; moreover, they may be used to design strategic intervention programs.
Resumen El síndrome orbitofrontal se caracteriza por la ausencia de inhibición, escaso control de impulsos, transgresión de normas sociales y, en determinados casos, con la materialización de conductas delictivas. Se presenta el caso de un interno varón de 18 años con infracciones por secuestro, violación sexual y homicidio de una menor de edad, a quien se evaluó a través de entrevistas y uso del test de Eysenck (Forma B), test de matrices progresivas de Raven, test de la figura compleja de Rey (Forma A), test de percepción de diferencias (Caras-R), test de Stroop (colores y palabras), test Mini-Mental y Cuestionario de cólera, irritabilidad y agresión (CIA). El evaluado muestra un lenguaje y vocabulario de acuerdo con su edad, no presenta problemas orgánicos, ni alteraciones en atención, lenguaje, escritura, lectura, praxias, cálculo, percepción y memoria. Los resultados destacan un coeficiente intelectual superior al término medio con óptimas capacidades cognitivas, temperamento melancólico con pensamientos depresivos, personalidad introvertida con baja sensibilidad a los cambios en el ambiente, escasa sociabilidad, ensimismamiento y evasión. Asimismo, evidencia tendencias perfeccionistas, con cambios emocionales bruscos y dificultad para reorientar patrones conductuales, alta tendencia a la impulsividad y escaso control inhibitorio; elementos característicos de un síndrome orbitofrontal. Finalmente, se destaca el uso de pruebas psicométricas y evaluaciones neuropsicológicas para el diagnóstico del síndrome orbitofrontal, necesarias a incorporar incorporar para el adecuado manejo de internos en los centros penitenciarios y/o de rehabilitación que no tienen acceso a estudios de neuroimagen y a partir de los cuales pueden diseñarse programas de intervención estratégicos.