This paper presents archaeological and historical data obtained from valleys and foot-hills around the central Sierras de Córdoba, Argentina, known as the Sierras Grandes. A preliminary analysis of late pre-Hispanic social processes (ca 900-1573 AD) and continuities in native organization during the early Spanish colonial period (1573-1620) is offered on the basis of these data. The late pre-Hispanic period is defined by the development of processes of agricultural expansion in the region. The mountain societies integrated this agriculture into their traditional hunter-gatherer practices. In relation to this economic transformation, the evolution of the way of life (modo de vida) articulated several innovations and continuities. A small productive system, defined by little use of technology and high levels of loss, was configured. The reproduction of this system permitted population dispersal and the continuity of a period characterized by political fragmentation. At the same time, a significant intensification of extractive practices has been recorded, implying a continuity of mechanisms such as seasonal dispersion and the rise of group contexts for the appropriation and consumption of wild resources. The complexity of these processes is a warning about the limitations of some categories and concepts used to describe the population in the case study area: small agriculturalist societies, formative adaptation, tribal organization, neolithization, etc.
Se efectúa un breve repaso de la información arqueológica e histórica disponible para los diferentes valles y piedemontes que rodean al cordón central de las Sierras de Córdoba (Argentina), también conocido como Sierras Grandes. A partir de la misma se plantean consideraciones generales sobre los procesos sociales del período prehispánico tardío (ca. 900-1573 DC), así como en relación a algunas persistencias de la organización nativa durante los inicios del régimen colonial español (1573-1620 DC). El período tardío es definido por el advenimiento de la producción agrícola que las sociedades serranas integraron a sus tradicionales prácticas de caza y recolección. La evolución del modo de vida articuló, a partir de esta transformación económica, una serie de innovaciones y permanencias. Se configuró un pequeño sistema productivo, caracterizado por la escasa tecnificación y los elevados niveles de pérdida, cuya reproducción favoreció la dispersión poblacional y el sostenimiento de un escenario de alta fragmentación política. En forma paralela, se registra una marcada intensificación de las prácticas extractivas, a través de la continuidad de mecanismos como la dispersión estacional y el surgimiento de contextos grupales de apropiación y consumo de recursos silvestres. La complejidad de estos procesos advierten sobre las dificultades de algunas categorías y conceptos utilizados para describir y especificar el caso de estudio: sociedades agrícolas de pequeña escala, adaptación formativa, organización tribal, neolitización, etc.