Resumen Esta investigación discute la categoría de Mapa Antiguo que encontramos de manera recurrente en la bibliografía referida a la historia de la cartografía. Para ello se analizan dos casos -uno chileno y otro argentino- que, si bien tienen singularidades y diferencias, comparten algunos aspectos que nos permite concluir que lo antiguo de los mapas no remite al paso del tiempo en sentido estricto sino que es el resultado de un entramado de cuestiones, en las que intervienen determinantes ideológicas, institucionales, coyunturales y materiales. En tal sentido, este artículo contribuye al campo de estudios de la historia de los mapas, de la historia del coleccionismo y los archivos y de sus fundamentos intelectuales en un periodo que abarca desde finales del siglo XIX a mediados del siglo XX. La primera mapoteca analizada corresponde a la colección reunida por el bibliófilo, editor e historiador José Toribio Medina (1852-1930), y que hoy forma parte de la Sala Medina de la Biblioteca Nacional de Chile. Esta colección se compuso desde el último decenio del siglo XIX y es actualmente -junto a la Mapoteca del Archivo Nacional y la Mapoteca de la Biblioteca Nacional- uno de los principales acervos cartográficos de Chile. La segunda mapoteca corresponde al Departamento de Investigaciones Históricas y Cartográficas de la Provincia de Buenos Aires (Archivo de Geodesia). En este caso, el acervo cartográfico corresponde a un archivo y es resultado del sedimento de materiales del trabajo de los técnicos agrimensores que, por obligación, debían entregar un ejemplar en la institución. Sobre este archivo, interviene José María Prado (1896-2002), funcionario a quien se le atribuye la revalorización de dichos materiales para nuevos usos de mapas técnicamente obsoletos. Se procedió analizando los textos producidos como correlato de la conformación de ambas mapotecas: notas, descripciones, catálogos y otros documentos de época. El análisis de estos materiales permitió observar que los procesos formativos de ambas mapotecas comparten al menos dos aspectos en común: la práctica no intencionada, no planificada, que les da origen, y la estrecha relación que se establece entre la valoración del acervo cartográfico y la pretensión de contar una historia de la cartografía y del territorio. Es en la conjunción de ambas características que se define lo antiguo del mapa. Al identificarse como antiguo, el material cartográfico quedaba habilitado para sustentar diversas operaciones historiográficas. Con estos mapas se podría construir genealogías del presente nacional o provincial al constituirse en huella material de verdades pasadas o testimonios antiguos de verdades duraderas, o bien, al explicitar su obsolescencia, introducir una distancia crítica respecto de lo ya acontecido. Como resultado, se les reconoció una pátina que, con cierta independencia de sus características materiales efectivas, les otorgaba renovada vigencia y legitimidad. Incluso, esta concepción justificaba que al lado de los mapas que ya habían adquirido la condición de antiguos, pudieran figurar otros que, siendo contemporáneos, estaban llamados a tornarse obsoletos con el paso del tiempo.
Abstract This study discusses the Ancient Map category that is recurrent in the literature on the history of cartography. To this end, we analyzed two cases — one in Chile and the other in Argentina — which, despite their unique characteristics and differences between them, share common features. These allow for concluding that the designation of maps as old does not strictly refer to the passage of time but results from a set of factors, including ideological, institutional, contextual, and material aspects. In this sense, this article contributes to the field of studies addressing the history of cartography, the history of collections and archives, and their intellectual foundations in a period spanning from the late 19th century to mid 20th century. The first map library analyzed corresponds to the collection gathered by the bibliophile, editor, and historian José Toribio Medina (1852-1930), which today is part of the Medina Room at the National Library of Chile. This collection was created in the last decade of the 19th century and is currently one of the main cartographic collections of Chile, along with the Map Library of the National Archive and the Map Library of the National Library. The second map library belongs to the Department of Historical and Cartographic Research of the Province of Buenos Aires (Geodesy Archive). In this case, the cartographic collection corresponds to an archive and is the result of the submission of materials derived from the work of the surveying technicians, who were requested to deliver a copy to the institution. José Maria Prado (1896-2002), a government officer credited with reevaluating these materials for new uses of technically obsolete maps, was involved in the review of this archive. We analyzed the texts related to the conformation of both map libraries: notes, descriptions, catalogs, and other documents of the time. The analysis of these materials revealed that the formative processes of both map libraries share at least two common aspects: the unintentional, unplanned practice that gave rise to them; and the close relationship between the valuation of the cartographic collection and the aim to recount a history of cartography and the territory; the combination of both characteristics defines the antiquity of the map. When identified as ancient, the cartographic material was available to undergo various historiographical processes. These maps would be used to build genealogies of the national or provincial present by becoming a material imprint of past truths or ancient testimonies of lasting truths; or, by evidencing their obsolescence, introducing a critical distance from past events. As a result, a patina was recognized that granted these maps renewed validity and legitimacy, regardless of their effective material characteristics. This conception even justified that besides the maps that had already been given the ancient status, others could be added, which, being contemporary, were bound to become obsolete through time.