In modern civil codifications, the pledge and the mortgage were rigidly separated by their constitution, because the pledge requires delivery of the thing and the mortgage a convention without delivery; and by their aim, as the the pledge fall only on movable and mortgages only on real property. On these two points of difference, only the first is Roman because, on the purpose, the pledge and the mortgage could be formed regardless of movable and immovable, so that, among other possibilities, there was the possibility of common dogma chattel mortgage without displacement of movable. The medieval and modern civil law retained this dogma. But it was repealed in French customary law (and other European countries), so that the piece plegde without displacement disappeared from the modern horizon. The French Civil Code of 1804 (as all previous and subsequent) received the customary rule. But in the nineteenth century, the needs of industrial and commercial development did see the desirability of adopting the idea of non-possessory pledge, that little by little, and for established cases, was introduced through special legislation (mortgage of ships, agrariaj pledge, garment industry, etc.). In the reform of the French Law of guarantees (2006), the non-possessory pledge was designed as a matter of general and common application, so that now such an order on movables can be either with or without displacement. Thus, in the late twentieth century has returned to the classical Roman law.
En las modernas codificaciones civiles, la prenda y la hipoteca fueron rígidamente separadas por su modo de constitución, en cuanto la prenda exige entrega de la cosa y la hipoteca una convención sin entrega; y por su objeto, pues la prenda sólo recae sobre muebles y la hipoteca sólo sobre inmuebles. De estos dos puntos de diferencia, sólo el primero es romano, ya que, en cuanto al objeto, la prenda y la hipoteca podían ser constituidas indiferentemente sobre muebles e inmuebles, de manera que, entre otras posibilidades, ahí era dogma común la posibilidad de una hipoteca mobiliaria o sin desplazamiento del mueble pignorado. El Derecho común medieval y moderno mantuvo este dogma. Pero él fue derogado en el Derecho consuetudinario francés (y de otros países europeos), de modo que la prenda de muebles sin su desplazamiento desapareció del horizonte moderno. El Código Civil francés de 1804 (como todos los anteriores y posteriores) recibió la regla consuetudinaria. Pero en el siglo XIX, las necesidades del desarrollo industrial y comercial hicieron ver la conveniencia de adoptar la idea de prenda sin desplazamiento o hipoteca mobiliaria, que poco a poco, y para casos tipificados, fue introducida merced a leyes especiales (hipoteca de naves, prenda agraria, prenda industrial, etc.). En la reforma del Derecho de garantías francés del año 2006, la prenda sin desplazamiento ha sido diseñada con carácter de Derecho común y general; de manera que ahora esa caución sobre muebles puede ser indistintamente con o sin desplazamiento. De esta forma, a fines del siglo XX se ha retornado al Derecho romano clásico.