Colorectal cancer (CRC) has become a highly relevant condition nowadays. In this respect, advances in the understanding of its molecular basis are key for an adequate management. From the time when the adenoma-carcinoma sequence was formulated as a carcinogenesis model to this day, when, among other things, three major carcinogenic pathways have been identified, the CRC concept has evolved from that of a single disease to the notion that each CRC is a differentiated condition in itself. The suppressor or chromosome instability pathway, the mutator or microsatellite instability pathway, and the methylator or CpG island methylation pathway allow various phenotypes to be identified within CRC. Similarly, the presence of different changes in certain genes confers several behaviors on CRC from both the prognostic and responsive standpoints to specific therapies. However, this apparent complexity does help develop the clinical management of this disease through the identification of novel, more specific therapy targets, and also markers for various behaviors within the condition, which will most likely lead us to an individualized management for these patients.
La importancia que está adquiriendo el cáncer colorrectal (CCR) hoy en día es importantísima. En este sentido, los avances en el conocimiento de sus bases moleculares son esenciales para su adecuado manejo. Desde la formulación del modelo de carcinogénesis de la secuencia adenoma-carcinoma hasta hoy, en que, entre otros aspectos, se han identificado tres grandes vías de carcinogénesis, el concepto de CCR ha llegado a transformarse desde el de una enfermedad única a la idea de que cada CCR es una entidad diferenciada respecto al resto de CCR. La vía supresora o de la inestabilidad cromosómica, la vía mutadora o de la inestabilidad de microsatélites, y la vía metiladora o del fenotipo metilador de islas CpG, permiten identificar diferentes fenotipos dentro del CCR. De la misma forma, la presencia de diferentes alteraciones a nivel de determinados genes confiere a los CCR distintas conductas desde el punto de vista pronóstico, o de respuesta a terapias concretas. Sin embargo la aparente complejidad, no hace sino ayudar en el desarrollo del manejo clínico de esta enfermedad a través de la identificación de nuevas dianas terapéuticas más específicas, o también de marcadores que determinan diferentes comportamientos dentro de la misma entidad, conduciéndonos, muy probablemente, a un manejo individualizado de estos pacientes.