RESUMEN El legislador español, en el marco del derecho comunitario europeo, ha establecido instrumentos jurídicos al objeto de facilitar la reestructuración de los deudores en un momento temprano y, en consecuencia, evitar la insolvencia y la pérdida de puestos de trabajo, preservar los conocimientos técnicos y las capacidades y maximizar el valor total para acreedores y propietarios, pero también la economía en su conjunto. La circunstancia de que la reestructuración se realice sin necesidad de abrir un procedimiento concursal y, es más, precisamente, con el fin de evitar su apertura, explica que hablemos de derecho preconcursal y de instrumentos o institutos pre-concursales. En el presente trabajo se expone el relativo a la comunicación de la apertura de negociaciones con los acreedores, cuyo sentido último es que el deudor pueda disfrutar de una paralización o suspensión temporal de las ejecuciones singulares, judiciales o extrajudiciales, sobre los bienes necesarios para continuar con su actividad empresarial, con el fin de facilitar las negociaciones de ese plan de reestructuración. Esta continuidad permite preservar el valor de la empresa y, por consiguiente, si las negociaciones culminan satisfactoriamente, maximizar el excedente de valor asociado a una reestructuración preconcursal.
ABSTRACT The Spanish law, within the framework of European Community Law, has established legal instruments in order to facilitate the restructuring of debtors at an early stage and, consequently, avoid insolvency and job losses, preserve technical knowledge and capabilities and maximize total value for creditors and owners, but also for the economy as a whole. The circumstance that the restructuring is carried out without the need to open bankruptcy proceedings and, more precisely, in order to avoid its opening, explains why we are talking about pre-bankruptcy law and pre-bankruptcy instruments or institutes. In the present work the one related to the communication of the opening of negotiations with the creditors is exposed, whose ultimate meaning is that the debtor can enjoy a stoppage or temporary suspension of the singular, judicial or extrajudicial executions, on the assets necessary to continue with its business activity, in order to facilitate the negotiations of that restructuring plan. This continuity makes it possible to preserve the value of the company and, therefore, if the negotiations end satisfactorily, to maximize the excess value associated with a pre-bankrupt-cy restructuring.