Abstract The treatment of food allergy involves completely removing the allergenic food from the diet, careful label reading, and ingredient awareness. Family education is crucial, understanding alternative names for the allergen. An emergency action plan provided by the doctor, with clear instructions for epinephrine application and when to seek medical attention, is essential. For mild to moderate symptoms, oral antihistamines may be prescribed. Psychological support is necessary due to emotional repercussions. Collaboration with an allergy specialist is crucial for personalized treatment. Natural tolerance to the food may be achieved, especially in non-IgE-mediated allergies. However, some allergic manifestations persist, requiring treatment alternatives. Avoidance of the allergen and epinephrine application are key measures. Immunotherapy aims to desensitize immune cells, but its effectiveness varies. Bioterapeutic agents, such as monoclonal antibodies, are under investigation, although their clinical use still requires more studies.
Resumen El tratamiento de la alergia alimentaria implica la completa eliminación del alimento alergénico de la dieta, lectura minuciosa de etiquetas y conciencia sobre ingredientes. La educación familiar es crucial, comprendiendo los nombres alternativos del alérgeno. Se debe contar con un plan de acción de urgencia proporcionado por el médico, con instrucciones claras para la aplicación de epinefrina y cuándo buscar atención médica. Para síntomas leves a moderados, se pueden recetar antihistamínicos. El apoyo psicológico es esencial debido a las repercusiones emocionales. La colaboración con un especialista en alergias es crucial para un tratamiento personalizado. La tolerancia natural al alimento puede lograrse, especialmente en alergias no mediadas por IgE. Sin embargo, algunas manifestaciones alérgicas persisten, requiriendo alternativas de tratamiento. La evitación del alergeno y la aplicación de epinefrina son medidas clave. La inmunoterapia busca desensibilizar las células inmunológicas, pero su efectividad varía. Los agentes bioterapéuticos, como anticuerpos monoclonales, se investigan, aunque su uso clínico aún requiere más estudios.