Abstract The term food intolerance has been used non-specifically to define a wide range of disorders related to food intake. Recently, the use of the term non-immunological adverse reactions to foods” (RANIAs) was recommended as a more correct clinical definition. The pathophysiological mechanisms can be diverse, sometimes unknown, and there are no validated diagnostic tests, making it difficult to obtain accurate data. The clinical manifestations of non-immunological adverse reactions to foods affect more than one organ or system; and gastrointestinal symptoms (pain, abdominal distension, flatulence, and diarrhea) are the most common. Non-immunological adverse reactions to foods are divided into independent and dependent on host factors. Foods may contain chemicals with pharmacological activity and be present naturally, such as vasoactive amines (histamine) and salicylates, or added for preservation, to improve appearance or flavor (monosodium glutamate, tartrazine, sulfites, and benzoates). In some cases, these types of reactions may be like to hypersensitivity reactions. Concomitant alcohol consumption may worsen symptoms by inhibiting histamine break down and increasing intestinal permeability. In patients diagnosed with non-immunological adverse reactions to foods, it is important to rule out some psychological problems: aversions or eating disorders.
Resumen El término intolerancia alimentaria se ha utilizado de manera inespecífica para definir una amplia gama de trastornos relacionados con la ingesta de alimentos. Recientemente se recomendó el uso de la expresión “reacciones adversas no inmunológicas a alimentos” (RANIAs) como una definición clínica más correcta. Los mecanismos fisiopatológicos pueden ser diversos, a veces desconocidos, y no existen pruebas diagnósticas validadas, por lo que es difícil obtener datos certeros. Las manifestaciones clínicas de las reacciones adversas no inmunológicas a alimentos afectan a más de un órgano o sistema; y los síntomas gastrointestinales (dolor, distensión abdominal, flatulencias y diarrea) son los más frecuentes. Las reacciones adversas no inmunológicas a alimentos se dividen en independientes y dependientes de factores del huésped. Los alimentos pueden contener productos químicos con actividad farmacológica y estar presentes en forma natural, como las aminas vasoactivas (histamina) y los salicilatos, o añadirse para su conservación, mejorar la apariencia o el sabor (glutamato monosódico, tartrazina, sulfitos y benzoatos). En algunos casos, este tipo de reacciones pueden ser similares, desde el punto de vista clínico, a las reacciones de hipersensibilidad. El consumo de alcohol concomitante puede empeorar los síntomas, al inhibir la degradación de la histamina y aumentar la permeabilidad intestinal. En pacientes con diagnóstico de reacciones adversas no inmunológicas por alimentos es importante descartar algunos problemas de índole psicológica: aversiones o trastornos de la conducta alimentaria.