Forty sheep ejaculates were used to evaluate the vitrification advantages in relation to the conventional freezing. From each ejaculate, the volume, concentration and normal sperm were determined, with values of 0.8 mL, 1519X10(6) and 95 %, respectively. Subsequently, each ejaculate was divided into two fractions of equal concentration, one to freeze and another to vitrify. Zero point five mL straws were used for freezing and 60 μL drops for vetrification. Sperm concentration in both methods was 50x10(6) sperm/mL. Before and after cryopreservation, the progressive mobility (PM) was evaluated in fresh semen and it was 81 %. There was a difference (p<0.05) in relation to the cryopreserved semen, since mobility was greater (p<0.05) in thawed sperm (50 %) than in heated sperm (36 %). When analyzing viability results, a significant decrease (p<0.05) was observed in fresh semen (70 %), compared to the thawed (51 %) and heated sperm (54 %). When evaluating the acrosomal status and sperm viability, there were differences (p<0.05) between the fresh sperm (64 %) with respect to the thawed (45 %) and heated (47 %) in the live sperm with acrosomal reaction (VCA). This did not happened in the live sperm without acrosomal reaction (VSA) (6 %, 6 % and 7 %, respectively), in the dead acrosome-reacted sperm (MCA) (19 %, 29 % and 27 %, respectively), and in the dead sperm without acrosomal reaction (MSA) (11 %, 19 % and 18 %, respectively). It is concluded that, although both cryopreservation techniques showed similar results, vitrification has certain advantages such as that it requires less work time, material and equipment, decreasing the cost of the process and it can be applied in any laboratory
Para evaluar las ventajas de la vitrificación, con relación a la congelación convencional, se utilizaron 40 eyaculados de ovino. De cada eyaculado se determinó el volumen, la concentración y los espermatozoides normales, con valores de 0,8 mL, 1519X10(6) y 95 %, respectivamente. Cada eyaculado se dividió en una fracción para congelar y otra para vitrificar. Para la congelación se utilizaron pajillas de 0,5 mL y para la vitrificación gotas de 60 µL. La concentración en ambos métodos fue de 50x10(6) espermatozoides/mL. Antes y después de la criopreservación se evaluó la movilidad progresiva (MP); en semen fresco fue de 81 % y se observó una diferencia (p<0,05) con relación al semen criopreservado, pues fue mayor la movilidad (p<0,05) en semen descongelado (50 %) que en el calentado (36 %). Al analizar los resultados de la viabilidad se observó una disminución importante (p<0,05) del semen fresco (70 %) en comparación con el semen descongelado (51 %) y calentado (54 %). Cuando se evaluó la viabilidad y el estado acrosomal de los espermatozoides, solo en los vivos con acrosoma intacto (VCA) se observaron diferencias (p<0,05) entre el semen fresco (64 %) con respecto al semen descongelado (45 %) y calentado (47 %), pero no así en los espermatozoides vivos sin acrosoma (VSA) (6 %, 6 % y 7 %, respectivamente), en los espermatozoides muertos con acrosoma (MCA) (19 %, 29 % y 27 %, respectivamente) y en los espermatozoides muertos sin acrosoma (MSA) (11 %, 19 % y 18 %, respectivamente). Las dos técnicas de criopreservación mostraron resultados similares; sin embargo, la vitrificación requiere menor tiempo de trabajo, de material y de equipo, lo cual disminuye el costo del proceso y puede realizarse en cualquier laboratorio