RESUMEN Los estudios recientes acerca de la documentación antigua re- velan cómo la escritura transformó las formas de gobierno, las leyes y la cultura en las dos primeras zonas donde surgió la es- critura: Mesopotamia y China. En el año 3000 a. C., la profesión de escriba había surgido en Sumeria, los escribas pronto se vol- vieron centrales para las finanzas, la contabilidad, el gobierno, la administración, el derecho, los tribunales, la astronomía, la agricultura, la cartografía y los registros de propiedades, la magia y la adivinación, la medicina, la literatura y los rezos. La cultura de una élite de ciudadanos escribas favorecía la reputación, el poder y el control de los imperios y de las dinastías. En China, las dinastías Qin y Han crearon un gobierno unificado y extendieron el control regulatorio sobre un gran imperio por parte de las per- sonas alfabetizadas a través del lenguaje escrito estandarizado, la legislación, la documentación, el control y la administración. El estado jerárquico impuso la organización y la unidad entre los rangos de administradores gubernamentales a través de sistemas de regulación escrita, documentación y revisión respaldados por leyes altamente restrictivas y por castigos severos. Los habitantes comunes, a través de los registros, fueron documentados, regula- dos y retenidos en determinadas zonas geográficas; intentar eludir el control documental mediante un viaje no autorizado era en sí mismo un delito de fuga. En ambas regiones, la escritura se apoderó de la propiedad de la tierra, la propiedad y la riqueza en clases privilegiadas y poderosas. La ideología, las creencias, el conocimiento y los valores fueron articulados, difundidos, man- tenidos y reforzados a través de medios alfabetizados, incluidas las manifestaciones religiosas, artísticas, sociales y educativas, tal como continúan hasta el día de hoy.
ABSTRACT Recent studies of ancient documents illuminate how writing transformed governance, law, and culture in the two earliest regions where writing emerged: Mesopotamia and China. By 3000 BCE the profession of scribes had emerged in Sumeria, with scribes soon becoming central in finances, accounting, government, administration, law, courts, astronomy, agriculture, land surveying and ownership, magic and divination, medicine, literature, and prayers. An elite urban scribal culture supported the reputation, power, and administration of royalty and royal states. In China the Qin and Han dynasties created a unified state and ex- tended regulatory control over a large empire through a standardized written language, regulation, documentation, monitoring, and administration by literates. The hierarchical state enforced coherence and unity among layers of government administrators through systems of written regulation, documentation, and review backed by highly restrictive laws and draconian punishments. Ordinary inhabitants were documented, regulated, and held in geographic locales through registration; attempting to avoid documentary control by unauthorized travel was itself a crime of abscondence. In both regions literacy concentrated land ownership, property, and wealth in privileged and powerful classes. Ideology, beliefs, knowledge, and values become articulated, spread, maintained, and enforced through literate means, including religious artistic, social, and educational formations, as they continue to today.